miércoles, 4 de noviembre de 2009

El Himno y la Estrofa Depresiva

Largo tiempo el peruano...


Mié, 07/10/2009
Por: Antonio Zapata
La República


En reiteradas ocasiones las autoridades peruanas han querido cambiar la letra del Himno Nacional, sustituyendo la estrofa de Largo tiempo por otra más edificante. Se la juzga apócrifa y depresiva. Por ello, hemos tenido concursos y debates legislativos. Ahora mismo, el Ministerio de Defensa ha emprendido una nueva campaña, decretando que en ceremonias castrenses se cante la sexta estrofa en vez de Largo tiempo. El problema es que nunca se ha podido efectuar el cambio y que en forma terca esa estrofa permanece vinculada al Himno. ¿A qué se debe esta persistencia?

Largo tiempo es la primera estrofa de una canción patriótica de la misma época de la Independencia. Su título general es “Primera Canción Patriota” y alude varias veces a San Martín, al grado que algunos la consideran traída por la expedición libertadora.

Hubo otras canciones patriotas de aquella época auroral, entre ellas la famosa “La chicha”, que alude a la exquisita gastronomía nacional en oposición a la desabrida europea. Pero, Largo tiempo tuvo éxito y el público la adoptó. Cuando se aprobó el Himno Nacional, en el concurso oficial de San Martín, la gente las combinó. El coro del Himno y la primera estrofa de la Primera Canción. Dicha combinación ocurrió en ese mismo momento, cuando estaba naciendo la República Peruana.

Poco después, el autor de la música, Bernardo Alcedo se fue a trabajar a Chile, ventajosamente contratado como maestro del coro de la catedral de Santiago. Regresó luego de cuarenta años; era un anciano y antes de morir trabajó con un importante músico italiano que había llegado a Lima entretanto.

Se trataba de Claudio Rebagliati, reputado como el músico de mejor formación en haberse instalado en la Lima del ochocientos. Ambos establecieron la música y la letra definitiva del Himno, tal como la conocemos hasta hoy. En esa versión, última en vida de Alcedo, sí aparece Largo tiempo como primera estrofa. El original se halla custodiado en el Museo Nacional de Historia y ha sido publicado como facsimilar.

Como esa historia corresponde a la década de 1860, resulta que Largo tiempo acompañó a las tropas que combatieron en la Guerra del Pacífico. Se habría cantado en todas las circunstancias de la República Peruana. En las buenas y en las malas. Ahí donde ganamos, como en Zarumilla por ejemplo, y ahí donde fuimos derrotados, como en Arica y Huamachuco.

En las grandes ocasiones del país ha estado presente ese Himno y la gente lo ha hecho suyo. ¿Es apócrifo? Sí. Es indudable que Largo tiempo no estaba en la versión ganadora del concurso de San Martín. Por su lado, es también verdad que esta estrofa es depresiva. Ella alude a una figura de la esclavitud en manos de España que se entendía en el siglo diecinueve, pero que hoy parece poco estimulante de la autoestima nacional.

Pero Largo tiempo es nuestro. Esa estrofa se ha incorporado al pedestal del Himno Nacional por decisión espontánea. Además, ella fue refrendada por el creador de la pieza. Y al habernos acompañado en todas, está consagrada. Nadie puede cambiar la letra que Grau cantó en el Huáscar. ¿Alguien tiene mérito suficiente?

Por otro lado, existe una última razón para la larga permanencia de Largo tiempo. Se trata de una cuestión de ritmo musical. La primera estrofa es triste y gimiente para que el coro emerja triunfante. La fuerza y brillo de Somos libres guarda relación con el lamento quejumbroso de Largo tiempo. La estructura musical del Himno es clásica y simple: alto, bajo, alto. Imposible cambiar el bajo por otra estrofa que no tiene ese tono. Se caería toda la composición.

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