martes, 27 de octubre de 2009

El Ritual de Florencio Coronado y su Arpa

09 de octubre de 2009
Extraído de la página del programa "Noches del Sábado" de RPP



Las noticias para el arte peruano no son precisamente alegres, a la tristeza que significa la reciente pérdida de Arturo “Zambo” Cavero, se suma el delicado estado de salud del reconocido arpista Florencio Coronado, que a sus 92 años, lucha por superar una pancreatitis. Nosotros, queremos recordarlo transcribiendo un artículo que escribiera sobre él, nuestra colega Clara Rojas Miranda aparecida en la revista Énfasis.
"Cómo atrapar en palabras una melodía, describir emociones movilizadas por la magia de Florencio Coronado cuando interpreta en su arpa “Vírgenes del sol”. Con ella entabla un ritual de vida, de continuidad, de vitalidad que lo mantiene maravillosamente firme, a sus 83 años, su alegría toma forma de juventud y es un volver ha empezar porque para cada presentación él se prepara, ensaya los temas que harán al público aplaudir de pie.

El arpa surgió en el antiguo Egipto, pasó Asia, recorrió Grecia, Roma, España, llegó al Perú para quedarse en lo más profundo del ande, con los Danzantes de tijeras, instrumento inseparable de sus números. Ahora es parte de nuestro escenario.

Pero quien le devolvió a occidente pintada de Perú fue Estanislao Medina, pionero ya fallecido, lo siguió Don Florencio Coronado, él encarna el testimonio vivo de la historia musical andina.

Su primera arpa tenía cuerdas de tripa de res. Después de recorrer el mundo, sus cuerdas son alemanas, en ella ensaya nuevos registros aplicando la técnica aprendida en Hamburgo. Conversar con él es recorrer el tiempo, encontrar los nudos de nuestra historia, enriquecidos por una experiencia en constante búsqueda como es la vida de don Florencio Coronado.

Le robó al destino su arte, impulsado como estaba por su afán de tocar el arpa, aprendió a escondidas de su padre, desde los 7 años. Vio surgir, desarrollarse y desaparecer los discos de carbón. Sus anécdotas impregnadas de gracia son páginas de nuestra historia.

En aquella época de su aprendizaje no había orquestas, ni equipos estereofónicos, el Arpa era indispensable en las reuniones, la tarea de tocar empezaba a las doce hasta las 8 de la noche, infaltable en reuniones familiares, cumpleaños, bautizos. Eso cambió con el ingreso de los equipos, los discos. El Arpa desapareció del medio. Tampoco hay ejecutores. Los danzantes de tijeras lo mantienen vigente en Puquio, Parinacochas, Huancavelica. Las cuerdas de tripa han sido reemplazadas por alambres.

Con su arte recorrió Venezuela, Cuba, México, y América toda, tuvo presentaciones como solista, llegó a Europa, España, Alemania. Su memoria recorre importantes figuras de época como Lola Beltrán, Luis Aceves Mejía, el Trío los Panchos. Dámaso Pérez Prado fue mi gran amigo, dice.

Su ética artística lo impulsó a profundizar la técnica en Alemania, donde afirma mató la monotonía de su ejecución. Tomó parte en el primer festival iberoamericano, evento en el que Perú no envió ningún representante, y coincidió con su estadía en España, se presentó ganando el primer lugar en su género: Solista en Arpa.

Lo hicieron interpretar sus temas por siete veces, los estudiantes peruanos bajaron paseándolo en hombros por todo el escenario.

Sus recuerdos fluyen. “Así me presentaron esa noche: Hijo de América has venido hasta tu tierra, España te recibe con la ternura de una madre, has hecho flamear orgullosamente tu hermoso bicolor obteniendo el primer puesto como solista de arpa. Nos referimos al representante del Perú, Florencio Coronado. Me entregan una medalla, un hermoso diploma y un sobre blanco tamaño oficio que pesaba, a eso le tuve más estimación”, sonríe el concertista, después de ello, obtuvo varios contratos para la costa vasca francesa, San Juan de Luz, Burdeos, París. “Lugares hermosos, un sueño con ojos abiertos”, cuenta. En estos viajes aprendió el alemán y el francés, apremiado, sobre todo por comunicarse con una chica que le interesaba. Viajó por Italia, Venecia, Alejandría. Un año después regresa al mismo hotel donde estuvo en Alemania convocado para un trabajo, encuentra que la alemana de sus sueños continuaba trabajando allí, sin pensarlo dos veces la abordó más seguro de su alemán, ella entusiasmada le correspondió.

“Intimamos, yo hablaba mal, ella me corregía, fue una gran escuela para mí, lo que me sirvió en otras ciudades de Alemania, que son muy exigentes”.

Técnica, constancia y su sensibilidad lo ubicaron en un lugar sin rivales. Con cinco long play en su haber, aún espera la oportunidad de grabar en CD sus interpretaciones. Sobre la afición de los ayacuchanos por la música nos dice “el que no tocaba un instrumento, por lo menos tocaba la puerta”. Sus recuerdos mantienen fresco el presente, acaricia su arpa, una joya en plata con motivos que simbolizan el poder inca, desde 1942 es su fiel confidente. La toca entregado a ella en un ritual que parece empezar ahora."
N.R El gran Florencio Coronado, falleció el viernes 23 de octubre en una cama del hospital Edgardo Rebagliatti. Sufría de diabetes y se le complicó con una grave pancreatitis.Que Dios lo tenga en su gloria.

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